1.991 -
El proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia se erigió espléndido sobre el antiguo cauce del río Turia. Echando la mirada un poco hacia atrás, concretamente en el año 1.957, se producía en Valencia una triste riada que ocasionaría la inundación de gran parte de la ciudad. Se desvió el río Turia años más tarde para impedir así otro posible peligro de inundación por lluvias muy fuertes. Mediante el desvío del río, la ciudad de Valencia ganaba así diez kilómetros de longitud para destinarlos exclusivamente a zonas verdes, parques, zonas de ocio y recreo. El enorme complejo de la Ciudad de las Artes se situó en la periferia, en una zona ligeramente llana y en el margen derecho del tramo final del antiguo cauce del río Turia. La grandiosa obra comprende cinco construcciones emblemáticas hasta el momento más el puente de Monteolivete, el cual adaptó Calatrava ya que figuraba en el mapa incluso antes de construirse este enorme complejo cultural. De forma que el arquitecto en vez de construir un nuevo puente, adaptó este e incluyó un acueducto bajo su paso inferior. De esta forma, la Ciudad de Las Artes quedará casi en su totalidad rodeada por agua. El Palacio de las Artes Reina Sofía, el Umbral, El Hemisferio, El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, El Puente de Monteolivete y el Museo Oceanográfico, son las construcciones arquitectónicas que conforman el conjunto hasta el momento.
El Hemisferio, por ejemplo, que se inauguró el 16 de Abril de 1.998, sería el primer edificio en construirse para esta obra tan grandiosa y de tanta repercusión a nivel internacional que va a durar más de dos décadas en terminarse. El edificio cuenta con una superficie de 14.000 m2 y se compone de un Planetario en el que se proyectan tres espectáculos audiovisuales sobre una pantalla cóncava de 900 m2 y 24 metros de diámetro. Para el diseño del singular edificio el arquitecto se inspiró en sus estudios del ojo y párpado humanos. Dispone de una lámina de agua que le rodea y que recuerda en gran medida a un auténtico ojo humano en movimiento, ya que Calatrava lo dotó de un sistema hidráulico móvil similar a muchas otras obras relacionadas con el arquitecto y con el que además se puede ventilar el edificio. La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia es un claro y vivo ejemplo de lo que el artista español Santiago Calatrava ha querido transmitir al mundo diseñando obras culturales, de ocio y de recreo para la periferia de las ciudades, ya que de esta forma, con este simple gesto simbólico que aportan, se pueden recuperar muchas zonas abandonadas de las ciudades revalorizándose así los terrenos cercanos a ellas.
Gracias a los estudios que realiza el arquitecto con sus bocetos y dibujos en acuarelas o grafito, nos sorprende cada año con nuevas propuestas modernas e innovadoras. Dibujos y bocetos llenos de expresividad y que reflejan el movimiento en sus obras para entender el arte como una razón de ser. La anatomía humana o la naturaleza, son materias por las que el arquitecto siente especial predilección.
Con una superficie total de 37.000 m2, el Palacio de las Artes Reina Sofía vino motivado por el cambio de Gobierno de la ciudad de Valencia, ya que en un principio se había previsto una Torre de Comunicaciones que se hubiese convertido en el elemento arquitectónico más alto y visible de la Ciudad de las Artes. Debido a este cambio, La Generalitat Valenciana prefirió más tarde encargarle a Santiago Calatrava un Auditorio. El enorme edificio, que teniendo en cuenta su curvatura en planta tiene unas medidas de 163 metros de longitud x 87 metros de ancho, es sin duda la obra más difícil realizada hasta el momento por Santiago Calatrava. Unas paredes laterales de hormigón revestidas de 20.000 m2 de trencadís, contienen tras ellas varias escalinatas de acceso a las diferentes terrazas del edificio. La obra, de 70 metros de altura en su punto más alto, dispone de cuatro salas importantes; una Sala Principal, un Auditorio, el Aula magistral y un Teatro anexo. La Sala Principal, por ejemplo, tiene una capacidad para 1.700 espectadores y cuenta además con el segundo foso de coros más grande del mundo. La bella Sala, que se ubica en la parte media sur-este del edificio, se compone de un patio y cuatro niveles de palcos. El Auditorio, que tiene una capacidad para 1.500 espectadores, se sitúa en el nivel superior del lado sur.
La cúpula de coronación, con forma de hoja de la naturaleza y que hace de cubierta para la sala situada en el nivel superior, recorre la totalidad del edificio de un lado al otro en una longitud de 230 metros. Tanto la anatomía humana como las formas orgánicas de la propia naturaleza, son la inspiración con la que el arquitecto sigue adelante en su búsqueda para con el arte abstracto.
La estructura de sustento del edificio lo conforman nada menos que 77.000 m3 de hormigón y 30 toneladas de acero estructural, 20 corrugados. Sin duda, esta obra construida para el proyecto tan importante de la Ciudad de Las Artes y las Ciencias, es la obra más compleja realizada por Santiago Calatrava.
El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, que cuenta con 54 metros de altura en su punto más alto, se erige sobre un área de 37.000 m2 de superficie útil. Cuenta con una planta enteramente rectangular destinada exclusivamente a Museo de las Ciencias. La estructura interior del edificio, prácticamente diáfano, se compone de cinco pilares enormes de hormigón armado que se ramifican en la parte superior y que son el sustento de las grandes paredes laterales. Esta estructura nos recuerda en gran medida a las ramas y los troncos de los árboles influencia clara de Gaudí. No olvidemos que gracias al acero, Gaudí podía ganar altura para sus construcciones, como en una de las más famosas, La Sagrada Familia de Barcelona. Ya en el exterior, una enorme plataforma longitudinal da acceso a través de unas enormes escalinatas al nivel inferior en caso de una posible emergencia. La fachada que da a este mismo lado, está compuesta por una serie de figuras triangulares simétricas entre sí que se van repitiendo y que nos recuerdan a las hojas de la naturaleza. Al otro lado del edificio, una fachada de preciosas coloraciones gracias al vidrio translúcido, se alza victoriosa y espléndida, en el que una fina y elegante estructura de acero sostiene tal inmensa fachada a modo de pliegues.
En los laterales del recinto, Calatrava apuntaló la fachada mediante unos pilares inclinados de hormigón que conforman una estructura sobrecogedora. El arquitecto esta encantado con el hormigón, ya que gracias a este material puede darle forma a sus complejas estructuras.
El Umbral, que contiene a lo largo de su recorrido el llamado Paseo de las Esculturas, se caracteriza por ser un amplio espacio abierto dónde diferentes artistas contemporáneos exponen aquí sus obras. El arquitecto cubrió el paseo con una estructura enteramente de acero pintado en blanco similar a la que utilizó posteriormente en el complejo Olímpico de Deportes de Atenas, Grecia. La elegante estructura se compone de unos arcos trasversales unidos por medio de unos perfiles mas pequeños de acero. En ambos lados del paseo de la Galería de arte del Umbral que se abre al aire libre, Calatrava nos indica el acceso inferior a la Ciudad de las Artes por medio de dos entradas bien diferenciadas mediante la curiosa figura de un cono. En este cono se aloja un ascensor para bajar al nivel inferior; unas escalinatas curvas alrededor de estos conos dan también acceso peatonal a la Ciudad de las Artes. Ya en el nivel inferior, Calatrava sustentó la Galería de arte por medio de una serie de pilares inclinados de hormigón que repitiéndose longitudinalmente a lo largo de toda la Ciudad de las Artes evocan a las ramas y los troncos de los árboles.
Absorbido hoy día por la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el puente de Monteolivete ya se había construido incluso antes de comenzar la obra de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. El ingeniero Fernández Ordóñez fue el autor en un principio de este puente para la ciudad. Un dato importante es que el puente de Monteolivete es uno de los tres más transitados en la actualidad para la ciudad de Valencia junto con el del 9 de Octubre, obra también de Santiago Calatrava. El afamado arquitecto en vez de realizar un nuevo proyecto, adaptó este y lo prolongó añadiendo un acueducto bajo su paso inferior que uniría el Hemisferio con la Casa de la Ópera. De esta forma, a través de esta lámina de agua, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia queda casi en su totalidad rodeada por agua. El puente se divide en dos calzadas bien diferenciadas entre sí con respecto a un eje curvo imaginario de cuatro carriles para cada sentido de vehículos. Varios apoyos de hormigón sustentan el puente de un color blanco inmaculado. Se construyó una altar para la reciente visita tan importante del Papa Benedicto XVI a la ciudad de Valencia. Incluso una Cruz, aún sin retirar, se situó a un lado del puente.
La majestuosa Cruz, y que se ilumina todas las noches, por el momento no tienen la intención de quitarla. Debido a esta importante visita, las autoridades están pensando cambiarle el nombre originario de Monteolivete por el de "Benedicto XVI" en honor a la ilustre visita del Papa.
El Museo Oceanografic, el recinto situado más hacia el sur-este y donde se puede visitar toda la fauna animal de todos los continentes del mundo, completa la Ciudad de las Artes y las Ciencias hasta el momento. Para el diseño de los accesos principales, Calatrava colaboró con el tristemente fallecido Félix Candela (1.910-1997), compañero arquitecto e ingeniero y una de las figuras más destacadas en cuanto a estructuras de hormigón armado y cúpulas se refiere a lo largo de casi todo el Siglo XX. Actualmente está en construcción el último proyecto de ampliación de la Ciudad de las Artes en el que culminará una obra que va a durar más de dos décadas en terminarse. Al arquitecto le han encargado el Ágora, que será una enorme plaza pública con una cubierta móvil, el puente con pilón arqueado más alto del mundo llamado de la Serrería, tres rascacielos que simbolizan las tres comunidades del Levante español, Valencia, Alicante y Castellón, más otro edificio de oficinas acostado que se alzarán espléndidos al pie de dicha Ciudad de las Artes y las Ciencias completando así la mayor obra realizada por el arquitecto hasta el momento para su ciudad natal.
Con la construcción de esta obra emplazada en una zona de la periferia de Valencia, Calatrava ha demostrado a las autoridades de la Generalitat Valenciana que con este simple gesto simbólico que aportan, se pueden recuperar muchas zonas abandonadas de las ciudades, revalorizándose así los terrenos cercanos a ellas...
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